Su litro, gracias

En tiempos de crisis, dicen los expertos, nacen las mejores ideas. La que merodea ahora la cabeza de los productores lácteos catalanes para evitar a los intermediarios y sacar más rentabilidad a su actividad ante los bajos precios que la industria parece dispuesta a pagarles no es nueva –ya se puso en práctica en Italia–, pero promete revolucionar los hábitos de compra de muchos consumidores. Que la leche se venda en máquinas expendedoras en las propias granjas o en los mercados. “Todos saldríamos ganando”, defienden desde la organización agraria Unió de Pagesos.

Uno de sus asociados, un ganadero de Girona, ya cuenta con la máquina en cuestión, que ofrecerá leche pasteurizada “y con todas las garantías sanitarias”. Claro que para poder darle uso tendrá que esperar a que la Generalitat catalana saque una normativa que permita la comercialización por esta vía. Como ya está haciendo el País Vasco, donde otro grupo de productores se han lanzado a copiar la idea. En Navarra, más adelantados, ya tienen un par de expendedoras en calles. “Viene a ser una forma moderna y cómoda de que el ganadero venda su producto directamente, como hace treinta años se vendía en las lecherías”, explica Joan Guitart, de Unió de Pagesos.

Su funcionamiento es similar al de los tanques de gasolina. Las máquinas cuentan con un depósito y avisan directamente al ganadero con un mensaje de móvil cuando se queda vacío. “Son fáciles de trasladar –apuntan desde el sindicato– y de desinfectar”.

Fuente: farodevigo

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