El Ministerio de Sanidad y Política Social estudia dar la posibilidad a bares, cafeterías y restaurantes de seguir vendiendo tabaco en sus establecimientos a través de máquinas expendedoras pese a que, con el endurecimiento de la actual ley antitabaco que planea el departamento de Trinidad Jiménez, no se podrá fumar en ninguno de ellos.
En la reunión que mantuvo Jiménez el pasado martes con representantes de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), que agrupa a entre 50.000 y 55.000 hosteleros, la ministra se mostró comprensiva con las preocupaciones de este sector ante el endurecimiento de la ley antitabaco ya que «pueden perder una importante fuente de ingresos y favorecer el cierre de nuevos establecimientos», ha explicado el director del departamento de política sectorial de esta entidad, César García.