Compromís: menos azúcar y cafeína en las máquinas de ‘vending’


Compromís pide medidas para frenar el consumo de bebidas azucaradas y energéticas

Compromís ha presentado una iniciativa en Les Corts para regular el consumo de bebidas energéticas y azucaradas, especialmente entre los menores de edad. La propuesta busca proteger la salud pública ante los riesgos asociados a estas bebidas, que incluyen ansiedad, irritabilidad, nerviosismo y alteraciones del sueño.

«No podemos quedarnos de brazos cruzados ante estudios que demuestran los efectos nocivos de estas bebidas en la salud de los adolescentes», ha declarado Carles Esteve, portavoz de Sanidad de Compromís. «Familias y profesionales sanitarios llevan tiempo alertando sobre los peligros de estos productos, que requieren una regulación específica».

Medidas propuestas:

  • Limitación de la publicidad: La iniciativa busca restringir la publicidad de bebidas energéticas y azucaradas dirigida a menores de edad.
  • Ubicación diferenciada: Se propone que las bebidas energéticas no se ubiquen junto a los refrescos en los establecimientos, para facilitar su identificación y evitar confusiones.
  • Prohibición en máquinas de ‘vending’: La propuesta de Compromís incluye la prohibición de vender bebidas energéticas en máquinas de ‘vending’, por ser un canal de acceso directo para los menores.
  • Regulación del patrocinio: Se busca controlar el patrocinio de estas bebidas, especialmente en eventos o actividades donde los menores sean el público objetivo.
  • Advertencias en la publicidad: La iniciativa también propone incluir advertencias claras sobre los riesgos para la salud en la publicidad de estas bebidas, dirigida al público en general.

Contexto:

Varias comunidades autónomas ya están trabajando en normativas para regular las bebidas energéticas. El gobierno gallego, por ejemplo, prepara una ley que prohibirá su venta a menores de edad, mientras que Castilla y León también se ha mostrado a favor de una regulación similar.

Compromís considera que la salud pública debe ser una prioridad y apuesta por medidas contundentes para proteger a la población, especialmente a los más jóvenes, de los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas y azucaradas.

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